25 de diciembre de 2012

¡Que repiquen las campanas!


¡Que la noticia corra como río, que las campanas no cesen de anunciar!:

Dios ha echado su suerte con las gentes 
haciendo entrega de su Amor y Paz inefables.

Hagamos nuestro el espíritu de la Navidad en cada pensamiento y acto. Nuestro mundo lo necesita.

Virginia D. Sánchez