Virginia D. Sánchez
La luna cuelga su tirabuzón frente a mi ventana de papel.
Desoigo la gritería de lobos
con su invitación a fugarme.
Sonrío y muestro los dientes.
El espejo me grita una grosería.
No entiende. Ya regresé.
A pesar del hueco sangrante, quemé la máscara.
Ya ni me conozco;
a tientas camino enceguecida.
En la ventana, ulula el viento del Sur
voceando perfume de luna
preñado de días.
Sólo la luna juega conmigo.
La luna cuelga su tirabuzón frente a mi ventana de papel.
Desoigo la gritería de lobos
con su invitación a fugarme.
Sonrío y muestro los dientes.
El espejo me grita una grosería.
No entiende. Ya regresé.
A pesar del hueco sangrante, quemé la máscara.
Ya ni me conozco;
a tientas camino enceguecida.
En la ventana, ulula el viento del Sur
voceando perfume de luna
preñado de días.
Sólo la luna juega conmigo.